La mastitis es un proceso infeccioso de la mama que produce dolor, rubor y calor, además de reacciones como fiebre, malestar y, a veces, náuseas y vómitos.
El tipo “intraductal” es el más común y su tratamiento tiene más éxito cuanto más temprano se inicia. El mencionado se relaciona con reposo hasta que no haya fiebre, drenaje adecuado a la mama afectada, antibióticos durante dos semanas y paños fríos para aliviar el dolor.
Por otro lado, la mastistis por “Candida Albicans”, que se presenta sin rubor ni fiebre. El síntoma frecuente es dolor y ardor cuando el bebé mama y después. Por otro lado, usualmente se recomienda el uso de la crema de ketoconazol.
Además, existe la “superficial”, que es la menos frecuente en las mamis. Por lo general se debe a pelos infectados por una mala higiene en la piel. Se cura con antibióticos recetados.