Ser persistente y mantener la calma son dos cosas fundamentales durante los primeros meses de tu hijo, en el que seguramente dormirás menos de lo común.
Antes que nada, tenemos que aceptar que la rutina y el ritmo de nuestra vida cambiará notablemente una vez que demos a luz, por eso mismo dormir tendrá una mayor complejidad.
Tenemos que saber que “dormir bien” hasta los dos o tres años consiste en descansar como mínimo ocho horas. Aunque no siempre ocurrirá, primero porque el bebé no conciliará el sueño al mismo tiempo que los padres y segundo porque en la noche hay muchas chances de que se despierte.
Por estos motivos, será un dolor de cabeza para las mamis y también los papis, hay que tener paciencia y entender que los chicos tienen que aprender a dormirse solos, sin perder la atención en ellos.
Una recomendación es descansar mientras el bebé duerme, de esta forma se conciliará el sueño en los mismos horarios.