Muchas mamás se ven preocupadas después del embarazo, pero no solo por su peso (que puede volver a la normalidad) sino también por el de sus bebés.
Las grasas no deberían ser mala palabra en la alimentación de un individuo. Mucho menos en la de un recién nacido.
Una mamá que lleva una alimentación completa estará aportando mediante la leche materna ácidos grasos claves para el desarrollo cognitivo y visual de su hijo. En los casos en los que no se lleve adelante la lactancia materna, como nutricionista recomiendo a las mamis, la fórmula infantil ya que la calidad de grasas es mejor a las de la leche de vaca y favorece el desarrollo cerebral y visual sobre todo las formulas que contienen DHA y ARA.
Los ácidos grasos que menciono también son conocidos como LCPs, los cuales son perdidos en el proceso de industrialización de la leche de vaca. Por otro lado, en la leche de fórmula infantil permanecen y por este motivo, entre otros, se asemeja con nutra leche. De esta forma podemos llevar adelante una alimentación completa para el bebé, que será útil para una mejor formación cerebral y de la visión.