Aunque, como sabemos, todo lo que ingiere la mamá, repercutirá –a veces más, a veces menos- en su hijo. De esta manera, hay que tener en cuenta qué droga se toma para que la salud de ambos esté en óptimas condiciones.
Ningún remedio debe justificar detener la lactancia, por cualquier motivo que haya, es por eso que para llegar al extremo de consumir un medicamento, tiene que ser cuestión de “vida o muerte” y si es indispensable tomarlo.
Algunas recomendaciones es NO ingerir remedios radiactivos, quimioterápicos, inductores de la ovulación, antitiroideos y testosterona, entre otros. A su vez, aumenta el riesgo a problemas en el bebé si la droga es nueva, si se precisa consumirla durante un largo lapso o si la historia familiar data de inconvenientes al tomar psicofármacos. Por otro lado, se aconseja no utilizar medicinas que no son para chicos, en cambio si se usa en pequeños el riesgo decrece.
El peligro es menor cuando los medicamentos no se ingieren por la vía digestiva, se toman luego de amamantar, si son drogas de acción corta y si la dosis es mínima por un periodo corto.
A tener muy en cuenta los remedios a consumir, hacerlo solo si es necesario. ¡De esta forma se preservará el estado de nuestros hijos durante la lactancia!